Monasterio Santa Isabel la Real - Palacio de la Dar Al-Horra

El monasterio se encuentra enclavado en la zona más elevada del histórico barrio del Albaicín, en el que fuera primer núcleo urbano de la Granada musulmana y centro neurálgico de la antigua Alcazaba Cadima (Fortaleza Vieja). Formó parte del Palacio de Dar al-Horra, propiedad con vivienda y huertas, perteneciente a la poderosa reina Aixa, madre de Boabdil, último sultán nazarí. En 1501, la reina Isabel la Católica funda este monasterio para mujeres bajo la regla de Santa Clara, y seis años después Luisa de la Cruz, viuda del Condestable de Castilla, al frente de un grupo de veinte monjas se instalan provisionalmente en el viejo palacio. En el área de las huertas se erige la nueva construcción que, a lo largo del siglo XVI, irá completando un verdadero recinto monumental pensado para albergar a más de cien religiosas. En torno a la gran capilla y el amplio claustro se reparten las dependencias comunes: escalera, dormitorios, granero, refectorio, cocina, lavadero y enfermería, quedando el noviciado en la zona más apartada del monasterio. La capilla se cubre con espléndidas cubiertas de madera conformando un repertorio inusitado de enorme belleza: armadura apeinazada con tirantes pareados y pinturas platerescas en la nave; tremolada y con pinjantes, al modo de las bóvedas inglesas, en el altar mayo; ochavadas en la escalera de acceso al piso superior y la del coro alto. A lo largo de los años el monasterio ha ido atesorando una importantísima colección de obras de arte de los siglos XVI, XVII y XVIII, que se mantienen en los mismos lugares para los que fueron pensados, inalterados, al igual que el resto del convento, en el que parece se hubiera detenido el tiempo.